Híbridos por Naturaleza

Minders Group & Community
3 min readMay 22, 2021

Nuestro profesor de MIND+ Alejandro Repetto, reflexiona sobre la antigua relación que tenemos con los objetos que utilizamos y sobre cómo este vínculo se convierte en la base fundante para la amplificación de nuestras capacidades a través de tecnologías más sofisticadas.

Por Alejandro Repetto*

Conceptos como extensión, hibridación y simbiosis tal vez suenan como salidos de un cuento de Ray Bradbury o Isaac Asimov. Pero si miramos más de cerca podremos ver que se puede trazar una historiografía desde la creación del lenguaje, basándonos en el apoyo en tecnologías que nos potencian nos relacionan y nos hacen más capaces de adaptarnos y dominar la realidad que nos circunda. La hibridación propone abandonar la idea del mestizaje como una debilidad, desmitificando la pureza como un valor absoluto, y traccionando así un modelo que evoluciona por medio de la fusión constante de componentes heterogéneos. La relación entre humanos y máquinas se transforma así en la posibilidad de contar con “superpoderes”. En su libro “Human + Machine: Reimagining Work in the Age of AI”, Paul Daugherty y H. James Wilson introducen los conceptos de amplificación, interacción y encarnación a este abanico de posibilidades del mundo artefactual.

A diario llevamos adelante muchas acciones que dependen de la tecnología, a tal punto que la hacemos transparente a nuestra percepción. Allí reside nuestra dependencia, en ese “no darnos cuenta”, ese situar en la periferia a las operaciones que comenzaron siendo básicas y totalmente dependientes de la consciencia.

Una pregunta inevitable entonces es ¿hasta dónde soy yo?, ¿hasta dónde la raqueta de tenis o el automóvil son una extensión de mi cuerpo, dada la habilidad y la naturalización con que las opero?, ¿dónde termina nuestra vida individual y social?, ¿lo real y virtual? La hibridación crea un mundo de barreras bajas y límites borrosos. Pero esto -lejos de ser un problema- abre un sinfín de oportunidades, con preguntas que resultará interesante desmenuzar y comprender.

La complejidad entonces ya no radica en la interacción de estos constructos con nuestro sistema nervioso, sino en la forma irreversible en que los adoptamos -y adaptamos- a nuestra vida diaria. Los sistemas de razonamiento y pensamiento cruzan en forma transversal nuestro cuerpo, cerebro y mundo exterior, con consecuencias psicológicas que se asocian a nuestra evolución. El cerebro humano es un gran solucionador de problemas, pero tiene la debilidad y necesidad de munirse de una gran variedad de accesorios no biológicos, andamios, instrumentos y recursos para poder desplegar todas sus tareas cognitivas.

Nuestra plasticidad cognitiva, unida a la sapiencia técnica, permite que nos desarrollemos como especie. Al ir más allá de las paredes de nuestros cráneos -parafraseando a Andy Clark, autor de “Natural-born cyborgs. Minds, Technologies, and the Future of Human Intelligence”- nos convertimos en “construcciones en curso”, una suerte de obra en proceso que nos habilita a proyectar sentimientos y sensaciones que trascienden nuestra corporalidad.

En este contexto ¿cómo podríamos evaluar nuestra relación con dispositivos “vestibles” (wearables) que de manera externa nos proporcionan información sobre nosotros mismos que sin ellos seríamos incapaces de obtener? ¿Hasta dónde se rompe esa dualidad mente/cuerpo cuando reaccionamos a una alarma que nos advierte que debemos tomar más agua para llegar al límite saludable estimado por la ciencia médica? ¿Volvemos a nuestra parte animal -que solamente brinda respuestas complejas a estímulos del ambiente- o estas nuevas posibilidades nos ofrecen la capacidad de asignar a nuestro cerebro tareas más provechosas y creativas?

Para diseñar futuros, precisamos encontrarnos a nosotros mismos tal como somos -con la menor cantidad de andamiajes tecnológicos posibles- para evaluar sensatamente cuáles uniones serán las adecuadas y positivas para nuestras necesidades. Esto mismo se aplica a nuestras realidades laborales y de convivencia diaria, en donde no toda la tecnología que tenemos a mano representa la solución necesitada o buscada.

*Alejandro es cofundador de Extendidos por la Tecnología y Partner en Inipop. Es profesor de Prospectiva, Diseño de Futuros e Internet of Things en MIND+ y MIND. Para saber más sobre este y otros temas podés descargar, “Diseño de Futuros”, el libro del que es coautor.

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